- Vos me dirás con arrogancia, como siempre, lo que querés, como lo querés, y cuando lo querés, y yo con humildad, como siempre, te daré otra cosa, en otro momento, y en otro lugar, o simplemente no te daré nada, y al final aprenderás que lo verdaderamente bonito es que te den lo que nunca pedís y siempre esperas, sin ni siquiera saberlo ni intuirlo. Y sabés que aunque te joda eso es lo que te hace feliz, mis enojos sin sentido, mis besos por nada, mi rechazo embustero y mi necesidad mentirosa, mi verdad escondida y mi querer, ja, mi querer hacia vos, el que nunca te dije, y a este paso ni te lo voy a decir. Y a mí, a mi lo que me jode es que me haga feliz, tu falso desencanto por mí, tu falsa contención cuando lo que querés es morder mi labio, tus besos de perdón, tu mentirosa verdad, en fin... Pero lo que más me gusta, es notar como te tiemblan las piernas al abrazarte, temiendo que te de un beso en la boca, y temiendo aún más que nunca llegue a dártelo, mientras, yo pienso que jamás tendré el valor de besarte, pero lo que me angustia de verdad es que no ocurra, ni hoy, ni mañana, ni nunca. Recuerdo lo que un día escribió el maestro Sabina "No hay nostalgia peor que añorar lo que nunca jamás sucedió". Quizas, dentro de unos años, solo me quede el recuerdo de lo que no pasó, de lo que no hice y de lo que nunca fué, y solo quedará como recuerdo real todo aquello que soñé.
martes, 16 de agosto de 2011
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